Por: Jimena Carrasco
El tema propuesto nace con la intención de dar a conocer la posibilidad de desempeñar el rol materno prestando atención también, a las otras dimensiones de lo que implica ser mujer. Se pretende acercar la realidad de la identidad femenina y la maternidad, ya que ésta se complica al intentar mantener el equilibrio entre el ser madre y aspectos personales.
Pensar en la definición de “ser mujer”, no tiene que implicar necesariamente las condiciones sociales y culturales basadas en la experiencia subjetiva de la historia, la cual está ligada a la maternidad. Es importante mencionar que para muchas personas la realización de la mujer está implícitamente relacionada con el de ser madre, dejando de reconocer la identificación propia de su ser como una opción de realización.
Entendiendo lo anterior, se infiere que al convertirse en madre las prioridades cambian y las funciones maternales se normalizan como fundamentales, por lo menos durante los primeros meses de desarrollo del niño. Esta situación es la base para pensar que desde el inicio de la maternidad el estilo de vida cambia. Por tanto, las creencias culturales han sobrecargado tanto a la preocupación materna que, en la actualidad, se espera que una madre priorice, sin cuestionar, las necesidades y demandas del bebé, antes que las propias, y que, en caso de no hacerlo, serán etiquetadas como “madres malas”. Puesto así, parece que las prácticas arraigadas, respecto a la maternidad, se convierten en el punto de comparación que asumen todas las mujeres para calificar su experiencia materna. Es aquí donde se puede evidenciar la fuerza cultural y la pérdida autónoma de la identidad de las mujeres.
Cabe recalcar que la maternidad es una experiencia significativa de la mujer y no se cuestiona esta alternativa como proyección de vida o expresión de identidad; sin embargo, es importante reconocer que la relación entre el ser mujer y ser madre está presentando nuevas transformaciones como: el reconocimiento de otras posibilidades de ser planteándose objetivos personales y profesionales que las llevan a postergar o desistir de la maternidad. Es por ello que, en base a lo abordado en este escrito, es necesaria la siguiente pregunta ¿qué es ser mujer? La respuesta quedaría corta si se requiere de una elaboración clara y concisa, sin embargo sería oportuno comentar que el ser mujer simboliza vivir una experiencia compleja desde las múltiples expresiones que cada mujer logra construir tomando en cuenta su bagaje individual y la presencia de sus ideales sociales. Finalmente, denotar el término identidad es reconocer en uno mismo sus deseos y motivaciones, su capacidad de elección y la posibilidad de decidir aquello con lo que más se identifique.
Referencias:
Agudelo Londoño, J., Bedoya García, J. y Osorio Tamayo, D. L. (2016). Ser mujer: entre la maternidad y la identidad. Revista Poiésis, 306-313
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