Por: Samir Chahua
¿Qué implica ser una madre? algunas respuestas podrían centrarse en lo siguiente: ser madre es estar solo con tus hijos, primero sus hijos después ella. Si nos percatamos, el ser madre está siempre relacionado con la labor que hace con sus hijos. Pero nos olvidamos de apreciar la figura de la madre como mujer, como una persona en sí misma, aquella que siente y desea.
En base a ello, la mujer cuando es madre se la ubica en diferentes roles, quehaceres y exigencias vinculadas a “ser una buena madre”. En este punto es pensar si ¿hay una buena madre? o ¿qué ser buena?, para responder debemos ubicar el significado de la palabra madre, no en lo que socialmente se conoce, sino en qué representa para cada uno la palabra madre. Al tener nuestro propio significado, acompañémoslo con esta idea: cada significado es diferente, por tanto, cada madre es diferente. Entonces, si cada madre es diferente no podríamos encasillar a la madre en buena o mala, sino, una madre es como desea ser y tiene su propia individualidad.
Seguidamente, ser madre no se aleja de ser mujer, ambas posiciones van unidas en todo momento. Así como ella ama a su bebé, ella necesita ser amada por un otro; así como se preocupa por su bebé, también se preocupa por sí misma. Es entonces, que ver a una madre es a alguien dedicada a las necesidades de su bebé, y al mismo tiempo, es ver a alguien que tiene sus propias necesidades. Es entonces, que la maternidad debe ser pensada como la combinación de dos lugares que van continuamente y entrelazados, el lugar de ser madre unida al lugar de ser mujer.
Para finalizar, el ser madre y el ser mujer, cada una desde su posición, se unen en una sola persona para el cuidado de un bebé. Una combinación que implica pensar en objetivos comunes, sin dejar de lado los objetivos personales. Asimismo, la maternidad debe tener una mirada de fortalecimiento y de apoyo, que de exigencias y obligaciones. Y en ese sentido, es repensar a la maternidad como algo que podemos desarrollar todos, no solo la mujer.
