Por: Wendy Alarcón
Con el pasar del tiempo el hombre ha aprendido siempre por medio del juego. Seguramente, dentro de tu círculo familiar siempre has escuchado hablar a tus padres, algún tío o tía y hasta tus hermanos mayores como eran juegos “de aquellas épocas”, pues existían las escondidas, que uno que otro era el más vivo escondiéndose, los yaces, que muchas veces uno no lograba pasar de nivel ¡Que frustrante! o el famoso lingo que era una competencia en los colegios, estaba el dichoso juego mundo donde lo único que necesitabas era una tiza y una piedra, siete pecados, ¡Bendito juego donde terminabas exhausto!, el trompo que con una pita tenía que hacer bailar un trompo y con tu vasta experiencia podías colocar en tu mano para que baile, y así entre otros juegos, que seguro con el pasar del tiempo se nos están olvidando. Con estos juegos, quizás muchas personas pueden reafirmar que esas épocas fueron las mejores o como no, también.
Entonces, te has preguntado en algún momento ¿Qué pasó con esos juegos que disfrutabas antes de la tecnología?
No es extraño que ahora estés sentando frente a un computador, quizás más de una o dos horas. Ese cambio que el ser humano está viviendo, con respecto a la tecnología, es parte del desarrollo, del día a día de nuestras vidas. Muchos niños y adolescentes menores de 18 años representan aproximadamente uno de cada tres usuarios de internet en todo el mundo. También, según pruebas empíricas, revelan que los niños están accediendo a internet en edades cada vez más tempranas; es así que en algunos países los niños menores de 15 años tienen la misma probabilidad de usar internet que los adultos mayores de 25 años, según un estudio de Unicef en el 2017.
Pero no todo es negativo en el uso de la tecnología y sobretodo en el internet. Las tecnologías digitales brindan muchas oportunidades de aprendizaje y educación; así como momentos de ocio para todos.
Más aún en este tiempo que un virus (COVID-19) viene azotando a todo el mundo, y ha hecho que estemos alejados de nuestros seres queridos, pues el internet y la tecnología, nos permiten estar conectado con esa persona que tanto extrañamos, o también poder recibir clases de manera virtual y continuar con nuestra educación.
Como seres humanos sabemos que a lo largo de nuestro desarrollo existen los peligros, y así también están los peligros digitales; es decir los riesgos y daños de la vida en línea, entre ellos las consecuencias de internet sobre la privacidad y la expresión de estos. Estos riesgos se pueden dar en un nivel de contenido, cada vez que un niño adolescente se encuentre expuesto a un contenido no deseado o inapropiado; contenido poco saludable para los usuarios. Asimismo, los riesgos de contacto, que van a tener una participación activa por parte de un adulto que busca contacto inapropiado o se dirige a un niño para persuadirlo para que sea participe en conductas poco saludables y peligrosas. Y los riesgos de contacto, puede darse cuando un niño o adolescente pueden elaborar materiales que no son nada beneficiosos para el lector, pueden darse conductas que inciten al racismo o que distribuyan mensajes perjudiciales hacia los demás.
Después de haber mencionado todo esto, es bueno preguntarse qué usos se está dando a las redes sociales, juegos en línea o cualquier contenido que encontramos en el internet. Así como cuánto tiempo estamos pasando frente a un celular o cualquier aparato que facilite el acceso al internet. En conclusión la tecnología es algo provechoso para todos y el modo en que los niños y adolescente vivan estas transformaciones variará de manera amplia, ya que es así como se está experimentado el mundo. Entonces, aprovechemos lo bueno y limitemos el daño.
Referencias:
Unicef. (2017). Niños en un mundo digital. Unicef para cada niño, 40. https://www.unicef.org/media/48611/file
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