Por Vittorio Arrese
Hoy en día las series han reemplazado el espacio que alguna vez tuvieron las novelas, como actividad de ocio. Sin embargo, los libros siempre han sabido mantenerse a través de los años en el corazón de las personas. No es por nada que frecuentemente escuchamos la famosa frase: “el libro es mejor que la película”. Este texto busca acercarlos más al mundo de la lectura, compartiendo con ustedes los beneficios que este puede brindarles.
Muchas veces hemos escuchado decir que leer es soñar con los ojos abiertos, será tal vez por esto por lo cual el autor español Carlos Ruiz Zafón afirmó: «Los libros son espejos: sólo se ve en ellos lo que uno ya lleva dentro». Todos en algún momento hemos leído o transcurrido por las páginas de algún libro, ya sea por placer o por obligación. Y a medida que crecemos, vamos cambiando de lecturas desde libros infantiles hasta lecturas más complejas. Ya que, con los cambios de la edad buscamos lecturas que resuenen con nuestras vivencias. Claro está que siempre podrán existir libros que resuenen con nosotros a través del paso de los años y que adopten diferentes significados, cada vez que visitamos sus páginas. Un claro ejemplo de esto, según yo, es el caso de “El Principito”.
La lectura puede ser una herramienta tan poderosa, que es usada por psicoterapeutas y bibliotecarios. Se denomina biblioterapia el proceso mediante el cual se busca aliviar problemas emocionales o de conducta, mediante la utilización terapéutica de un libro, un poema, un cómic, entre otros medios de letra escrita. Lo importante es que la lectura genere una relación de intimidad o de identificación, para que así el valor de la palabra pueda calar en el lector. Se plantean dos tipos de biblioterapia, la clínica y la evolutiva.
A continuación, me gustaría compartir algunos datos y consejos, que pueden animarnos a sumergirnos en el mundo de la lectura (advertencia, lo que se compartirá a continuación no reemplaza de ninguna manera un proceso terapéutico con un profesional):
Según diversos autores, la lectura es una herramienta poderosísima para desarrollar empatía en los más pequeños, la habilidad de ponerse en el lugar de otra persona. Esto se logra ya que, al momento de vernos inmerso en la lectura, estamos vivenciando una historia desde el punto de vista del personaje principal y no desde nuestro punto de vista.
La lectura también está ligada al desarrollo de la imaginación. Ya que, el leer abre nuestras mentes a nuevas ideas y conceptos. Además, la lectura es un ejercicio para la imaginación ya que el lector crea imágenes a partir de las palabras del autor. Por lo cual, uno puede imaginar a los personajes, los escenarios, de un libro de forma diferente de cómo lo imagina un amigo.
Si bien existe evidencia concreta de los beneficios de la biblioterapia, la lectura que no forma parte de un proceso terapéutico también presenta beneficios a nuestro bienestar. Desde presentar un escape de nuestra realidad, mejorar la retención de información, ayuda al desarrollo del pensamiento crítico y al desarrollo personal. Todos factores que pueden incidir en nuestro bienestar general.
La lectura es un hábito que se forma, no hay personas que nacen con mayor predisposición por la lectura que otras. Lo más importante es la repetición. Si estamos comenzando a inculcar este hábito tanto en nosotros o en nuestros hijos, es importante que la lectura tenga una dificultad acorde a nuestros niveles de lectura y comprensión. Por último, la lectura se disfruta más si es por placer, así que asegúrate de comenzar leyendo acerca de temas que uno encuentre interesantes o apasionantes.