Por Maria Paula Ferreyros
El apego es un vínculo o relación emocional que empieza a construirse entre madre e hijo en las primeras semanas de vida (e incluso desde el embarazo) y que perdura a través del tiempo. Además, es esencial para el desarrollo psicológico, social y emocional. El apego puede verse de distintas formas en los distintos momentos de la vida. En este artículo nos centraremos en la importancia del apego entre una madre y su hijo adolescente (Al-Yagon, 2011). La adolescencia es una etapa llena de cambios, tanto psicológicos, como emocionales y físicos. Aquello puede verse en la relación que los adolescentes pueden tener con su madre, ya que hacen muchos esfuerzos para ser menos dependientes, por lo que pueden parecer más distantes o conflictivos. Sin embargo, lo hacen porque están tratando de desarrollar su autonomía. En ese sentido, es importante agregar que ellos se sienten en la libertad de explorar y tratar de ser más independientes, porque saben que pueden recurrir a su madre cuando lo necesiten. Tener la seguridad de que ella estará ahí para ellos les permite descubrirse a sí mismos (Al-Yagon, 2011). Los adolescentes en los que predomina un apego seguro con su madre suelen ser más abiertos, autónomos, y tienen mayor facilidad para relacionarse con los demás. Son jóvenes cálidos, afectuosos y empáticos con su entorno y con las personas que los rodean. Asimismo, logran entender sus sentimientos y manifestar lo que les sucede. Estas características son resultado de madres que también capaces de expresar sus sentimientos, y que han estado y están atentas a sus hijos. Es por eso que el papel de una madre resulta fundamental en esta etapa, porque aprenden de ellas.
¿Qué habilidades puede aprender un hijo adolescente de su madre?
Confianza y seguridad: si un/a adolescente confía en que su madre siempre estará para apoyarlo cuando lo necesite, va a poder confiar en los demás y hacer que los demás confíen en el.
Sensibilidad: si un/a adolescente y su madre tienen algún desacuerdo, pero su madre toma en cuenta sus pensamientos y sentimientos (a pesar de no estar de acuerdo con ellos), este/a va a aprender a tomar en cuenta y respetar la opinión de los demás.
Sentimientos: si una madre le demuestra a su hijo adolescente sus sentimientos hacia el y le demuestra su cariño, ellos/as van a tener más facilidades para “abrirse” y manifestar lo que sienten, en lugar de “encerrarse” en su mundo interior (como es común en esta etapa).
Referencias
Al-Yagon, M. (2011). Adolescents’ Subtypes of Attachment Security with Fathers and Mothers and Self-Perceptions of Socioemotional Adjustment. Scientific Research, 2(4).
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