Por: Luis Espil
Cuando se abordan temas de sexualidad o educación sexual es inminente asociarlo con la etapa de la adolescencia de nuestros hijos, sin embargo, puede que el desarrollo de este aspecto tan importante de la persona, sea aún más prematuro de lo que se cree, es decir que este se lleva a cabo desde la primera infancia. Por otro lado, es importante señalar que, como padres y educadores, hablar sobre estos temas pueden causar un estado de desconcierto, dudas, inseguridades e incluso incomodidad, por ello, es crucial abordar algunas ideas falsas que están alrededor de la sexualidad infantil y que podrían estar influyendo en estas sensaciones.
Por un lado, infinidades de veces se piensa que el sentido de la sexualidad tiene como único fin la reproducción de la especie humana y que este aspecto empieza su desarrollo en la pubertad o en el inicio de la vida adulta, por el contrario, esto es sólo una parte. Freud señala que esta travesía se lleva a cabo desde el nacimiento del ser humano, entonces podría decirse que la sexualidad infantil es un proceso que se desarrolla gradual y paulatinamente, y no son las características que le otorgan los adultos (Villalobos, 1999). La sexualidad infantil se expresa, principalmente, a través de la curiosidad (observación, manipulación, autodescubrimientos, fisgoneos o preguntas) y el juego (exploración, imitación e identificación). Por ello, es importante no interpretar estas expresiones desde una óptica y experiencia adulta, y atribuirle significados que no tienen (Hernández y Jaramillo, 2003).
Por otro lado, se piensa que hablar sobre temas de sexualidad con los niños es peligroso y puede dañar su inocencia, no obstante, esta idea está lejos de ser cierta. El poder hablar sobre estos temas con los niños y niñas, los ayuda a manejar sus emociones, pues a lo largo de su crecimiento pueden surgir dudas, inseguridades, falta de confianza, etc.; y cuando los acompañamos en esta travesía se incrementará su confianza y se sentirán mucho más tranquilos para hacernos preguntas en el futuro. Otro punto importante, es que los niños tendrán el conocimiento para poder proteger su cuerpo y prevenir el abuso sexual de personas extrañas y hasta de sus propios familiares, pues tendrán la certeza de que nadie tiene el derecho de transgredirlos sexualmente. Asimismo, al tener estas bases de información sobre este tema, los niños, al crecer, podrán tomar el control y tomar las mejores decisiones para sus vidas y tener todo tipo de relaciones amorosas de manera responsable (UNAF, 2008).
En conclusión, existen diversas ideas falsas que rondan el abordaje de la sexualidad en los niños, no obstante, tener en mente información sobre este tema, será relevante para poder desmentirlas y dejar de considerar a la sexualidad como un tabú. Una de las principales ventajas es para los niños, pues nosotros, como adultos, podemos acompañarlos, hacer que se sientan seguros y poder resolver sus dudas e inquietudes que le produzcan a lo largo de su crecimiento.
Referencias:
Hernandez, G. & Jaramillo, C. (2003). La educación sexual de la primera infancia. Guía para madres, padres y profesorado de educación infantil. Secretaría General de Educación y Formación Profesional. Recuperado de: http://www.codajic.org/sites/www.codajic.org/files/Guia%20Educaci%C3%B3n%20Sexual%20en%20la%20Primera%20Infancia.pdf
Unión de Asociaciones Familiares – UNAF (2008). Atender y educar la sexualidad desde la consulta pediátrica. Recuperado de: http://campus.usal.es/~sexologia/attachments/066_sexualidad%20infantil.%20V.%20Bataller.pdf
Villalobos, A. (1999). Desarrollo psicosexual. Recuperado de: https://www.scielo.sa.cr/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1409-41851999000100011