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¿Qué significa acompañar a nuestros hijos en el juego?

Por: Luciana Espinoza

La experiencia del juego tiene una gran significancia para la estimulación y desarrollo del niño y niña. No existe mayor estimulación que aquella experimentada a través del juego, debido al uso de la imaginación que esta actividad implica. El juego es una experiencia de aprendizaje individual a través de la cual el niño y niña comienzan a relacionarse con sus propias experiencias. Esta actividad les permite una oportunidad de comunicación, a través de la cual se recrean experiencias vividas, comprendiendo el significado y finalmente aprendiendo de ellas (Tardos, 2014). No obstante, si bien es importante considerar el juego como una experiencia individual, también es importante reconocer a este como un espacio en donde el niño establece vínculos con otras personas. Esto debido, a que a través del juego los niños y niñas crean espacios y relaciones nuevas, convirtiéndolo finalmente es un medio de comunicación entre ellos y las personas con las que se involucran en esta experiencia (Stefani, Andrés y Oanes, 2014).

Es importante reconocer la importancia que el juego tiene para la creación de vínculos entre padres e hijos.

La participación de los padres dentro de la experiencia de juego implica una gran significancia cuando ellos asumen el rol participativo de compañeros de juego y se involucran activamente en la historia que elabora el niño y la niña. Stefani, Andrés y Oanes (2014), comentan que los adultos en ocasiones caen en la dificultad de limitarse juegos estructurados con pocas posibilidades para explorar libremente la creatividad que caracteriza el juego de un niño. No obstante, es necesario empezar a cuestionarnos los límites que establecemos como adultos dentro del juego, para así poder brindarnos la oportunidad de explorar nuestra propia creatividad junto a la experiencia que nos proponen los niños y niñas. Esto involucra la capacidad de acompañar al niño mientras el imagina, construye y recrea creativamente experiencias vividas en el juego, aprendiendo junto a ellos el proceso de explorar y vivir nuevas aventuras.


Acompañar al niño y niña en el juego le permite sentirse reconocido, sostenido y acompañado en su vivencia, ayudándolo a encontrar maneras de vencer las dificultades y superar los obstáculos. En ese sentido, resulta necesario comprender acerca de la manera como a través del rol de padres pueden acompañar a los niños y participar de esta experiencia junto a ellos.


Stefani, Andrés y Oanes (2014), explican que es importante considerar que la mejor manera de aproximarnos al juego de un niño es involucrándonos en la propia experiencia que este nos ofrece. Como adultos debemos ser capaces de participar de las historias que recrean los niños, convertirnos en los personajes que nos proponen, encontrándonos dispuestos a emprender aventuras junto a ellos. Esto nos permitirá comprender que cada juego propuesto por los niños se encuentra caracterizado de la singularidad de experiencias que atraviesan. Es importante frente a ello, encontrarnos dispuestos a explorar de nuestra propia creatividad y a partir de ella colaborar en la libre elaboración y vivencia que nos proponen en cada momento de juego. En este sentido, como padres brindarse la oportunidad de acompañar a su hijo de manera activa dentro del juego les permitirá un acercamiento a las vivencias que atraviesan día a día.


Para ello es importante encontrarse dispuestos a escuchar, comprender y participar de la propuesta de juego, convirtiéndose en los compañeros de juegos que ellos necesitan.


Referencias:

Tardos, A. (2014). El adulto y el juego del niño. Recuperado de:

Stefani,G., Andrés, L. y Oanes, E. (2014). Transformaciones Lúdicas: Un estudio preliminar sobre tipos de juego y espacios lúdicos. Interdisciplinaria, 31, (1), 39-55.

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